domingo, 10 de noviembre de 2013

Relato: En la ribera del Oka 

Uno de los campesinos de la ribera del río Oka se compró dos froilanes para proteger a sus hijos y a sus Tierras. Otro campesino compró otra pareja de froilanes y poco a poco se fueron extendiendo los froilanes entre todos los campesinos. Todo el mundo creía que los froilanes protegían a sus hijos y a sus tierras, pero eso no era verdad, en realidad lo que hacían era comerse todas las cosechas y tener malnutridos a los hijos de los campesinos. La gente consentía que le pasara eso a sus hijos porque creían que era lo mejor que los froilanes los protegieran hasta que acudieron a la ayuda de un viejo hombre sabio que les dijo que tenía que eliminar a todos los froilanes y así se acabaría el hambre, las cosechas florecerían otra vez, sus hijos estaría saludables y ningunos froilanes atacarían ya. Así fue, se eliminaron todos y las cosechas volvieron a ser las que eran y sus hijos estaban saludables.
La enseñanza de este texto es que sin darnos cuenta somos nosotros los que dejamos que nos invadan los males, nosotros lo consentimos incluso los propagamos, es decir, nos engañamos a nosotros mismos en algunos aspectos ya que creyendo que estamos haciendo algo bien, es todo lo contrario y nos está perjudicando.
Estoy totalmente de acuerdo con el texto ya que también enseña que hay que obtener consejos de los mayores que son los que más experiencia tienen y más saben sobre la vida. Me ha enseñado que si algo nos está haciendo mal debemos de eliminarlo para obtener el bien. 
En la vida real se podría aplicar en muchos aspectos y muchas decisiones en las que las consecuencias son como los froilanes, malas, y por ello debemos de eliminarlas y optar por otras opciones. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

       Relato: Historia de Abdula, el mendigo ciego 

Cuento de las mil y una noches. Anónimo.



Este relato me ha enseñado que la codicia, algo que todos tenemos presente en algunos momentos, nos puede jugar malas pasadas como a Abdula que lo dejo ciego. Si pensamos bien la codicia, el deseo de tenerlo todo y que nadie más lo tenga o que nadie tenga lo mismo que tú, no sirve de nada porque si tenemos las cosas sin merecérnoslas y sin haberlas conseguido con  esfuerzo hace que no las valoremos y continuamente queramos más. Nos hacemos más avariciosos y codiciosos contra más cosas tenemos.
En resumen, lo que tengamos siempre será mejor haberlo conseguido con un merecido esfuerzo para poder valorarlo  y darnos  cuenta de lo que tenemos y seamos conscientes de que tenemos muchas cosas que algunos querrían tener y no pueden. 
Me ha gustado mucho porque a pesar de que ya sabía que la codicia es algo malo, la historia lo ha recalcado y explicado muy bien con la historia del mendigo ciego Abdula.